Aprendizaje respetuoso como parte de la crianza

jueves, 19 de julio de 2012

Visita al zoo

En mi afán por ofrecer a mi hijo actividades para hacer fuera de casa, me encontré con la posibilidad de visitar el zoo que hay en otra ciudad, no demasiado lejos.
Dudé al principio porque personalmente no me agrada pensar en animales cautivos y alejados de su forma de vida natural, pero el caso es que tampoco tenemos muchas opciones de este tipo para ofrecer a B y a él le gustan mucho los animales.
No me gusta faltar a mis principios, aunque tampoco me gusta ser demasiado inflexible en determinadas ocasiones. Y pensando en que mi niño disfrutaría con la visita, decidí olvidarme por un día y que ya le explicaría más adelante, cuando pueda comprenderlo mejor, mi opinión sobre este asunto y mis motivos.
Así, salimos de casa una mañana camino del Parque Zoológico de Rabat.

Tengo que decir que la primera impresión fue bastante buena en cuanto a las instalaciones y la presentación del parque.
Ante nuestros ojos había varios itinerarios que invitaban al paseo, muy amplios y limpios, con los detalles muy cuidados.
Enseguida B se soltó de nuestra mano y echó a correr por aquellos caminos. De nada sirvió que llamásemos su atención sobre los animales que quedaban a nuestro lado, él sólo quería correr y no le interesaba pararse a mirar nada.

Intentamos que parase a mirar los animales que ya conoce y sabemos que le gustan, pero lo único que conseguimos fue que se detuviese a ver los carteles informativos. Ahí sí mostraba interés y reconocía cada animal, pero nada de querer verlos en la realidad.
Nos quedó claro muy pronto que nos habíamos equivocado con la actividad propuesta.

Al menos pudimos verlos nosotros, los adultos, y yo hice algunas fotos mientras papá corría detrás de B para que no se nos perdiera.
El rato de comer sí que fue agradable y más tranquilo.
Y después de comer, B se empeñó en que quería ir a los columpios. ¿Y para eso habíamos hecho ese viaje? ¿Para ir a los columpios?
Pues sí. Por suerte, el zoo tiene un pequeño parque con columpios en el que nuestro hijo fue feliz un rato, hasta que llegó la hora de volver a casa.

A veces las cosas que proponemos no tienen el éxito esperado. Es bueno saberlo y aceptarlo si ocurre, también aprender de ello.
Yo he aprendido que B disfruta de las cosas sencillas y no necesita actividades demasiado especiales. Quizá cuando sea más mayor...




Sabéis que a veces me gusta plantear alguna cuestión para conocer lo que pensáis sobre ella.
Y la pregunta de hoy es:
Para los niños y niñas, zoos... ¿sí o no?

22 comentarios:

  1. Bueno, yo creo que en vez de zoos para niños-as sí o no te respondería que "según". A mí, personalmente, no me gustan que los animales estén en un lugar fuera de su hábitat por muy bien cuidados que estén. Pero, un niño-a con la edad de los nuestros, no lo ve así, ellos ven un animal, el que ve en los cuentos o historietas que leemos, interpretamos, aprendemos...el que le gusta.
    Entonces, yo te cuento que nosotros hemos estado dos veces con la peque en el zoo. A ella le gustan mucho los animales, incluso estamos formando una colección de pequeños animalitos...la única forma de ver algunos era en el zoo, así que esa era la mejor opción en ese momento. Ver la cara de mi hija, cómo disfrutó y cómo los llamaba, no tenía precio. Sin duda, aprendió mucho. Claro que yo en muchos momentos estaba con una gran congoja por dentro porque por ejemplo a los monos los vi muy tristes y recuerdo que me hizo sentir mal y todo.
    Y en cuánto a la reacción de B, quién sabe? lo mismo otro día es él el que pide ir o igual no le gusta. Creo que, como hicistéis, hay que saber adaptarse a los cambios...mira nosotros en la playa, con las ganas que tenía y luego se quería ir, je.
    Vaya rollo que acabo de soltar,
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es ningún rollo, al contrario, todas las experiencias aportan mucho.
      Es cierto que la única forma de poder ver a determinados animales es en lugares de este tipo y la verdad es que puede ser un buen lugar de aprendizaje.
      Gracias por contarnos.
      Besos

      Eliminar
  2. Hola

    Yo opino igual que Jirafa. "Depende". A David le encantan los animales, hemos ido en dos ocasiones al Aquarium de Barcelona y ha alucinado, pegado literalmente a las peceras ( a los peques de su edad no les dicen nada si lo hacen ), hemos ido al zoo... aunque a él éste último tb le ha gustado yo no quiero volver, me da mucha lástima ver las condiciones en las que estan los animales, por ejemplo el tigre tiene una esteriotipia ya marcadísima recorriendo todo el rato el mismo círculo en una jaula muy pequeña.

    Eso sí, una experiencia diferente y muy recomendable es la de los zoos de " nueva generación", como el Biopark de Valencia: es un lugar en que se cuida que los animales esten el máximo de confortables posible, aunque no es su hábitat natural claro. Tienen espacios enormes, y lo mejor de todo es que no hay rejas ni vallas !! Estan rodeados de mamparas de vidrio que permiten verlos la mar de bien y muy, muy cerca. Lástima que está tan lejos, porque es un lugar para volver.
    A David le encantó ( y a nosotros) pasamos horas y horas explicando cosas sobre los animales que veíamos, potenciando el mirar sin hablar, la observación selectiva, la escucha . como se mueven, como se relacionan, como nos miran ... No es evidentemente su manera innata de hacerlo, pero nos acercamos a ello.

    Y B , je, je ese dia tenia ganas de correr ! y de que papi corriera detrás de él !! Vamos, como para veros por un agujerito , jejejej

    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tendrías que habernos visto, jejeje.
      Los zoos de nueva generación que comentas no los conozco, pero parece una alternativa interesante, que sin ser su espacio natural, al menos se acerca más.
      Seguro que mereció la pena la visita.
      Besos

      Eliminar
  3. Cuando mi padre era un niño (principios del siglo XX) en su casa tenían un caballo para llevar los productos de la tienda a los mercados de los pueblos vecinos, y un perro que ayudaba también a tirar del carro y a vigilar el comercio. En casa de mi madre en lo que hoy en día diríamos el jardín, entonces el corral, había un gallinero con gallinas, patos, conejos y pavos cuando se acercaba la navidad. Cuando yo era pequeña recuerdo que aún había alguna "posesión" (casa de campo) que con la crecida de la ciudad se habían quedado metidas dentro y en ellas podías ver en alguna hasta vacas. Delante y al lado de casa de mi abuela que eran plantas bajas, tenían cabritas, corderitos, pollitos, conejitos y mis abuelos tenían palomas. En esa época era más habitual que los niños pudieran tener contacto directo con los animales, me refiero a algo más que no fuera el típico perro, gato, tortuga o pez de acuario y poco más que se tiene hoy en día. Por lo tanto el concienciar a los niños de que los otros animales si existen más allá de la tele, los cuentos o las fotos creo que es algo vital. Que sepan que un caballo es muy grande, un pollito muy suave y que en los establos se huele peor que en casa y que los animales también hacen pipí.

    Así que también te diría que depende, sobre todo de como tengan a los animales. No estoy diciendo que tener animales encerrados sea bueno. También digo muchas veces que esas personas que tienen un perro encerrado todo el tiempo en un piso o como mucho en la terracita porque ellos no están allí en todo el día y casi ni lo sacan a la calle cuando llegan a las tantas, es un crimen, por ejemplo. Así que dejando aparcada esta cuestión te diré que de los pocos recuerdos buenos que tengo de mi infancia son algunas exporadicas visitas a un safari que hay en Mallorca y que por cierto aún no he llevado a los peques, y al Marineland con los delfines. A este último si les he llevado. Hace unos años montaron un acuario realmente muy muy muy bueno y cada año les llevo un día o dos y se lo pasan fenomenal. Hay un tanque enorme con tiburones y recuerdo que al principio le hacían más caso a las sardinitas, jaja. Al mayor una vez que fuimos a Barcelona lo llevamos al zoo y a su manera le gustó bastante. También tenemos un centro Natura Parck que viene a ser una especie de "mini-zoo" y también hemos ido algunas veces. A los peques siempre les han gustado todos estos sitios. En algunos trozos se ponian en plan burro a correr y jugar y en otros estaban con la boca abierta pegados al cristal o al lado del recinto diciendote "mira un canguro" o "mira, ha entrado un ratoncito y le está robando la comida a los animalitos". En el Natura-parc tienen una mini granja con cabritas, cerditos enanos y algunos animalitos pequeñitos y los peques pueden entrar dentro si van acompañados. Al principio les daba miedo tocar a la cabrita, al final se le hubieran traido a casa de ser por ellos.
    A mi me encantan los reportajes de animales, es para lo único que ponía yo la tele antes de tener a los niños, para los documentales. Si se dejan les pongo algunos y les gustan. Lo ideal sería tener experiencias en directo, pero como eso no lo he podido tener ni yo aparte de las que os he mencionado y esas ya no existen al menos en la ciudad, seamos reales, debemos asumir que un buen zoo, si está en condiciones y bien cuidado y ves que los animales se encuentran bien y no estan tristes ni alicaidos, pues es una forma de ir concienciandonos de que no somos los únicos que hay en este mundo (además de los animalitos de compañia) porque de momento lo de llevarlos a ver animales en directo, como no sean las vacas que pastan por el campo lo veo dificil.

    Perdón por el rollo pero creo que la explicación lo merecía, ciao.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te digo como a Jirafa, de rollo nada.
      La zona donde vivimos es una mezcla de barrio de ciudad y de pueblo, tiene un poco de cada. Y es habitual ver por las calles burros, caballos, ovejas, vacas o gallinas. Estos animales B los conoce muy bien y ha estado cerca de ellos, los otros, como bien decís, no se pueden ver en la realidad si no es en estos sitios.
      Veo que vosotros tenéis diferentes alternativas y eso está muy bien, espero que sigáis disfrutándolo.
      Besos

      Eliminar
  4. A nosotros tampoco nos gusta ver a los animales encerrados, pero el verano pasado, ya a finales, hicimos visita al zoo aquarium de madrid, claro que fuimos con la familia, pitufo y sus primas, el alucino, se lo paso en grande, sobre todo le impactaron los tiburones.. y los leones, y el lobo!! Los elefantes y los monos... Fue un dia fantastico! Tambien porque lo hicimos en tropel familiar ;D
    besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es posible que el entusiasmo de las niñas contagió a Pitufo.
      Quizá fue eso lo que nos faltó a nosotros, haber ido con más niños. Para otra vez lo tendremos en cuenta.
      Besos

      Eliminar
  5. Es curioso lo que le fascinan a los niños los animales, tanto los de "verdad" como los de dibujos animados. Tengo un peque que cada día se trae uno diferente (de plástico, claro, jeje) y con su lengua de trapo te empieza a contar características, hábitos, costumbres...increíbles. A mí tampoco me apasionan los zoos o cualquier espectáculo con animales tipo circo (el único circo que me gusta es el Circo del Sol), pero sí es cierto que para los niños es una experiencia diferente de la que pueden sacar un aprendizaje. Es una buena pregunta, al verdad. Siempre nos haces plantearnos cosas interesantes.
    Un besito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que a veces hay que dejar nuestras convicciones a un lado (bueno, depende de qué sea) y mirar por lo que les puede gustar a los niños.
      Al mío le encantan los animales, pero ese día no hubo tanta suerte.
      Aunque ahora, viendo esta entrada en el ordenador, ha reconocido las fotos y sabe que son de la excursión que hicimos. Así es que entre carrera y carrera aun tuvo tiempo de procesar la información que pasaba veloz a su lado, jejeje. Estos niños son sorprendentes.
      Besos

      Eliminar
  6. A mi tampoco me gusta ver los animales en el zoo y no en su habitat pero también es la manera más fácil de verlos ya que la mayoría es dificil poiderlos vistar en su habitat jeje en cuanto a lo que planteas, pues supongo que depende e cada niño los habrá que les encanta y habrá como el tuyo que no le llama nada la atención o puede que má adelante si. Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quizá otro año, cuando sea más mayor, volvamos. Pero esperaremos a que sea él mismo quien lo pida.
      Besos

      Eliminar
  7. Hay Raquel, es que ni yo ni mis niños hemos tragado nunca el circo, lo siento por los que se dedican a ello, pero a nadie de mi familia le gusta y menos ver los espectaculos, y mira que de niña los de mi generación con los payasos de la tele tuvimos circo a punta pala. Prefiero ver al animal como son que no haciendo florituras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí tampoco me gusta que usen a los animales para diversión de las personas.

      Eliminar
  8. Uissss, pues a mí me pillas en viernes de opinión! jajaja.
    Creo que existe una realidad que acompaña al momento vital que cada uno vive: el momento histórico que vivimos, la sociedad que nos rodea, los valores del momento, las modas... Como padres que creo que somos los que por aquí te escribimos, interesados en una educación profunda de nuestros hijos, más allá de la preestablecida, es en nosotros en quién reside la labor de complementar los conocimientos de nuestros hijos. Es por eso que creo que lejos de condicionarlos por nuestros gustos, aficiones,pensamientos... deberemos educar por el interés del propio niño.
    A mí por ejemplo me encanta la lectura, las bibliotecas, librerías... tengo una colección impecable de libros que preparé para mi hijo mayor a lo largo de toda mi vida, y llegado el momento, a él no le gusta disfrutar con la lectura! Al principio me dieron ganas de intentar condicionarle, pero luego pensé, dónde queda pues su libertad de elección? Acaso no es precisamente contrario a lo que intento?
    Con ello quiero llegar al punto de que soy partidaria de mostrar de todo en la vida, independientemente que me guste a mí o no, que esté de acuerdo o no, porque mi deseo superior es entregar capacidad de elección a mis hijos.
    Evidentemente es imposible mantener una asepsia total, pero sí en todo aquello que no sea imprescindible o trascendental como pueden ser unas normas éticas o morales...
    Además, en el caso que propones, gracias a esos zoos muchos de nuestros hijos pueden observar en vivo y directo los animales, que de otra manera nunca podrían tener al alcance de la mano tal experiencia.
    En resumen, que el zoo genial para niños por todo lo que en su momento ofrece. Ya habrá años más adelante para debatir con ellos lo bueno o malo de la privación de libertad...
    Creo que B disfrutó de su día, eligiendo él cómo disfrutarlo, porque al fin y al cabo es precisamente eso lo que subyace a todas tus enseñanzas: es el conocimiento el que nos hace libres...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente, mi hijo disfrutó mucho. Y yo tuve que ir hasta otra ciudad para hacer mi propio aprendizaje: que mi hijo tiene sus propios gustos y no necesariamente le tiene que gustar lo que yo he creído de antemano.
      En niño más mayores es más fácil porque ellos mismos nos pueden decir si quieren o no quieren hacer tal cosa. Con los niños más pequeños nos lo podemos imaginar, o guiarnos por lo que hacen otros niños, o nosotras mismas cuando éramos pequeñas.
      Yo he aprendido que mi hijo es único en sus intereses, que es algo que se supone que sabemos pero no viene mal recordarlo de vez en cuando.

      Besos

      Eliminar
  9. Ya decía yo que me sonaba! Lo primero que he hecho es ver las fotos y, nada más verlas he pensado "esto me suena", y es que poco antes del embarazo fui con maridín. Cuando nosotros fuimos acababan de abrirlo y aún le quedaban cosas por terminar, por ejemplo los columpios no estaban y el restaurante tampoco. A mí tampoco me gusta ver a los animales ahí encerrados y lo paso muy mal cuando alguien los provoca.

    Para la próxima que te apetezca una actividad diferente y relacionada con la naturaleza te recomiendo dos sitios:

    - Uno es una carretera de campo en Rabat, a los lados de la carretera se pueden ver a los animales en su hábitat.
    - El otro sitio son unos jardines en Sale, son preciosos y tienen una gran variedad de plantas y flores diferentes.

    Insha Allah publicaré una entrada sobre cada sitio en mi blog, porque te estaba escribiendo aquí y es larguísimo, de paso puedo ponerte fotos ;)

    Besotes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estaré esperando esas entradas.
      He oído hablar de un lugar cerca de Kenitra que se llama Los Jardines Exóticos, no sé si son los mismos jardines que tú comentas.
      Me viene bien conocer lugares para hacer excursiones en familia, aunque para otras veces sin llevar objetivos marcados.
      Besos

      Eliminar
  10. Hola, los zoos, para los niños sí, para los animales, no.
    Dan una pena horrorosa. Nosotros tenemos cerca un zoo de verdad, con sus vallas y verjas, y es lo peor.... Y también tenemos otro donde los animales está en "semi-libertad". Y también da muchísima pena: estar encerrado y que te disfracen los barrotes.....además, los animales se comportan igual que si están en una jaula.
    Aún así vamos bastante a este último, pero lo utilizamos más como parque que como zoo: para los columpios, zonas de picnic...
    A mí, los animales no me gustan, tengo claro que su sitio no es en cautividad para que yo pase un buen rato.
    Aternativas: ver animales en libertad, pero libertad real, por ejemplo:
    - bichos: en cualquier prao, en una huerta, renacuajos en un charco....
    - en la playa: este año hemos visto un montón de pececillos y cangrejos en la playa donde vamos
    - en una marisma: donde vivo, hay caminos para poder pasear por las marismas, y hay casetas preparadas para esconderse y poder ver la aves
    - en el pueblo: en mi pueblo, es frecuente ver por la carretera ardillas, zorros, corzos y jabalís

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una de las cosas que me planteaba a veces, por qué no conformarnos con ver los animales que tenemos cerca. Por qué, por ejemplo, nos empeñamos en querer ver a un león a nuestro lado aunque eso implique que le tengan que sacar de su lugar de vida y enjaularle para que yo pueda verle.
      Es un tema que me causa un dilema, por un lado mi opinión personal y por otro lado el posible aprendizaje que proporciona a los niños.

      Eliminar
    2. Pues no sé si es que hay animales que "gustan" a los niños, o es que se los vendemos nosotros. Por ejemplo, el animal favorito de mi hijo durante muchos años ha sido..... el rape. Imagínate. Ahora lo ha dejado un poco de lado porque ha descubierto los dinosaurios.
      Y a mi hija le gustan mucho los elefantes, pero cuando los tiene delante tampoco es que se emocione.
      No sé, sí que es provoca un dilema. Teóricamente tengo claro que no, pero luego, voy yo y los llevo.

      Eliminar
    3. Me pasa lo mismo que a ti.
      Y planteas una cuestión muy interesante, ¿por qué hay animales que gustan tanto a los niños y otros son casi desconocidos para ellos?
      Quizá esté relacionado con los personajes de cuentos y películas... no sé... también es algo para pensar y podría relacionarse con lo que comentábamos hace poco en tu blog sobre la motivación.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...