La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
Hace tiempo le leí a B unos versos del "Romance de la luna, luna" de Federico García Lorca.
Debió gustarle la entonación o el sonido de las palabras porque me decía muchas veces que se los repitiera.
Pronto los aprendió y los recita muy a menudo.
Conoce el nombre del poema y el nombre del poeta. Aunque a veces, para hacerme reir, me dice que ese poema lo ha escrito él, y no Federico.
Muchas veces coge el libro de poemas (él le llama "el cuento de la luna, luna") y me pide que le recite versos de otros poemas, que también ha aprendido.
No los poemas completos, parte de ellos.
Las poesías tienen muchos beneficios para los niños pequeños:
- La poesía es una herramienta perfecta para ejercitar la memoria de los niños. Las rimas hacen más fácil la memorización del texto y recitar poemas mejora la expresión corporal y la dicción.
- La poesía puede ser percibida por los niños como un juego. Inventar versos, continuar poemas o simplemente recitarlos, es una actividad divertida que implica a los pequeños y les hace participes del proceso creativo. Al igual que las canciones infantiles, los poemas que los niños aprenden y cantan son parte de su rutina de juegos.
- Aumenta su vocabulario y su capacidad perceptiva. Los niños acostumbrados a escuchar poesía desarrollan más su creatividad, captan mejor lo que ven a su alrededor, tienen una mirada más "sensible" hacia las cosas que les rodean.
- La poesía ayuda a entender situaciones emocionales complejas, mejorando su crecimiento interior.
QUé bonita!
ResponderEliminarGracias Inma.
ResponderEliminarYa nos contaras si tu niño y tu leéis poesía.
Muy buena idea, y buena eleccion de poema. A mi hasta ahora no se me habia ocurrido leerle poesia "de verdad", pero me estoy liando a escribir haikus sobre momentos que vivimos con nuestra hija. Si no conoceis los haikus, os los recomiendo; hay muchos "momentos haiku" cuando se tiene un hijo! Y te hacen pararte un poco y observar la vida...
ResponderEliminarPues no Ana, la verdad es que no conozco los haikus.
ResponderEliminarSi algún día te apetece puedes hablarnos un poco de ello.
Explicas muy bien los beneficios de la lectura de poesía, no sólo para niños creo que también podrían aplicarse a los mayores. Yo descubrí que a mi hija le encantaba gracias a estos versos maravillosos de Rubén Darío: "La Princesa está triste, ¿Qué tendrá la Princesa?, los suspiros se escapan de su boca de fresa" Ella los memorizó rápido y cambió el segundo verso "Qué le pasa a la Princesa?", yo pensaba que le gustaba sólo por la sonoridad, pero el cambio en el vocabulario me enseñó que también entendía el significado. Fue entonces cuando empezé a escribir las poesías infantiles en el blog.
ResponderEliminarYo aun recuerdo cuando de pequeña mi madre me recitaba los versos "Esto era un rey que tenía un palacio de diamantes..."
EliminarMe alegra saber que tu hija y tú tenéis esa sensibilidad para la poesía porque me da la impresión de que es algo que se está perdiendo y me entristece ya que es una forma de transmitir tantas sensaciones.