Hace algo más de un año murió un amigo de mi marido, no era alguien muy cercano para B, más bien un conocido. Sin embargo, sí que preguntaba en ocasiones por él y, llegado el momento, le explicamos que ese señor había muerto.
Nuestro hijo ya sabía de antes que las personas se mueren porque alguien muy importante en nuestra familia también había fallecido. Pero no sé si el entendía muy bien lo que significaba la muerte, ya que no llegó a conocerla y no tuvo la experiencia de que alguien a quien tratas a menudo de repente ya no está.
Pasábamos un día delante del cementerio y mi marido quiso parar para ver la tumba de su amigo. Yo pensé primero puedarme fuera con el niño, pero él, muy decidido, dijo que también quería entrar.
Si era él quien lo pedía, ¿por qué no?
Era la primera vez que B entraba en un cementerio. Le explicamos que era un lugar en el que había que guardar respeto, que no se podía jugar, ni armar alboroto, ni pisar encima de las tumbas. Él lo entendió y estuvo muy tranquilo, aunque observándolo todo.
Los cementerios musulmanes son muy diferentes de los que estáis acostumbradas a ver la mayoría de vosotras. No hay nichos, los cuerpos están bajo la tierra, no hay decoraciones, ni cosas muy llamativas. Simplemente pequeñas lápidas blancas que llevan escrito el nombre, las fechas de nacimiento y de muerte, y poco más. Nada que distraiga demasiado la atención de un niño.
Después de aquel día sí que ha preguntado por la muerte más a menudo.
Ha querido saber si los muertos están dormidos o si se van a quedar ahí para siempre.
La muerte forma parte de la vida y nosotros creemos que no es malo hablar de ello o tenerlo presente. Todo depende de la edad y madurez de los niños porque no es un concepto fácil de comprender.
Pero si ellos preguntan hay que contestarles con naturalidad y claridad, sin caer en metáforas o ambigüedades que les van a llevar a entender las cosas mal. No soy partidaria de decirles cosas como que cuando alguien se muere está en una nube o se convierte en una estrella, etc.
Tampoco es adecuado relacionar la muerte con el miedo. No me refiero al temor a la propia muerte o de los seres queridos, que eso es algo muy personal, sino el miedo a los muertos o a los cementerios.
B nunca ha visto películas de muertos vivientes o espíritus que vienen a hacer de las suyas, así es que ese miedo no lo tiene.
Es probable que los niños pasen por la experiencia de la muerte de alguien cercano, y si eso ocurre convendría que ellos supieran ya lo que significa la muerte, si no es aun más difícil de aceptar.
Mis consejos son:
- Naturalidad
- Explicaciones claras y acordes a la edad del niño/a
- No evitar el tema si el niño lo plantea
- No convertir los cementerios en lugares de terror
¿Habláis con vuestros hijos de la muerte como algo natural? ¿Cómo lo hacéis?
Si era él quien lo pedía, ¿por qué no?
Era la primera vez que B entraba en un cementerio. Le explicamos que era un lugar en el que había que guardar respeto, que no se podía jugar, ni armar alboroto, ni pisar encima de las tumbas. Él lo entendió y estuvo muy tranquilo, aunque observándolo todo.
Los cementerios musulmanes son muy diferentes de los que estáis acostumbradas a ver la mayoría de vosotras. No hay nichos, los cuerpos están bajo la tierra, no hay decoraciones, ni cosas muy llamativas. Simplemente pequeñas lápidas blancas que llevan escrito el nombre, las fechas de nacimiento y de muerte, y poco más. Nada que distraiga demasiado la atención de un niño.
Después de aquel día sí que ha preguntado por la muerte más a menudo.
Ha querido saber si los muertos están dormidos o si se van a quedar ahí para siempre.
La muerte forma parte de la vida y nosotros creemos que no es malo hablar de ello o tenerlo presente. Todo depende de la edad y madurez de los niños porque no es un concepto fácil de comprender.
Pero si ellos preguntan hay que contestarles con naturalidad y claridad, sin caer en metáforas o ambigüedades que les van a llevar a entender las cosas mal. No soy partidaria de decirles cosas como que cuando alguien se muere está en una nube o se convierte en una estrella, etc.
Tampoco es adecuado relacionar la muerte con el miedo. No me refiero al temor a la propia muerte o de los seres queridos, que eso es algo muy personal, sino el miedo a los muertos o a los cementerios.
B nunca ha visto películas de muertos vivientes o espíritus que vienen a hacer de las suyas, así es que ese miedo no lo tiene.
Es probable que los niños pasen por la experiencia de la muerte de alguien cercano, y si eso ocurre convendría que ellos supieran ya lo que significa la muerte, si no es aun más difícil de aceptar.
Mis consejos son:
- Naturalidad
- Explicaciones claras y acordes a la edad del niño/a
- No evitar el tema si el niño lo plantea
- No convertir los cementerios en lugares de terror
¿Habláis con vuestros hijos de la muerte como algo natural? ¿Cómo lo hacéis?
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Mi padre muriô y si que me ha preguntado alguna vez por que no tiene abuelo. Yo le digo que està muerto, sin florituras ni estrellas en el cielo porque de todos modos es aùn peq...
ResponderEliminarCasi siempre las explicaciones sencillas son las mejores.
EliminarSiento vuestra pérdida.
Peque ha vivido la muerte de un abuelo y le hablo a menudo de su abuela, que está muerta. Es un tema que sale con frecuencia y trato de hablarlo con naturalidad. Para mí el problema viene cuando en algún sitio alguien le dice que tal persona está "en el cielo". Yo no soy religiosa, así que ese tipo de afirmaciones me complican la tarea, la verdad...
ResponderEliminarUn beso!
El problema de hablar del cielo (independientemente de las creencias de cada uno) es que es muy fácil confundirlo con el cielo que está en nuestras cabezas. He leído casos de niños que luego no querían subir en un avión ni locos...
EliminarNosotros aún no nos hemos visto en situación gracias a Dios, pero si alguna vez nos vemos y tenemos que explicarles lo haremos como dices ya que creo que es la mejor manera, besos!
ResponderEliminarYo incluso propongo hablarlo antes de que ocurra esa muerte cercana. Es fácil que salgan conversaciones o noticias en la tele... vamos, no esconder el tema delante de los niños.
EliminarNosotros hablamos de la muerte con naturalidad. Aparte de algunas situaciones familiares, hay películas en las que algún personaje muere y eso nos da pie a continuar explicándolo de cuando en cuando.
ResponderEliminarNuestras niñas son curiosas y tienen preguntas recurrentes, especialmenre cuando se trara de situaciones que hacen que la gente se ponga triste o se enfade. Les cuesta entenderlo y, por eso, son freguntas que vuelven una y otra vez.
Y, por supuesto, aprovechamos para hablarles de nuestras creencias, del mismo modo que lo hacemos en tantas otras situaciones de la vida. Y también se convierte en un nicho de preguntas que vuelven una y otra vez, porque no lo entienden del todo.
Las cosas hay que hablarlas y explicarlas lo mejor que podamos, en un lenguaje que les sea asequible. Habrá cosas que no acaben de comprender todavía, pero no pasa nada. Son preguntas que vuelven de vez en cuando y, cuando puedan hacerlo, lo entenderán. Hasta entonces, comprenden lo que pueden y se dan cuenta de que sus padres hablan con ellas y les explican las cosas con tranquilidad, sin miedos y sin dramas.
La muerte es parte de la vida, mejor que no les pille por sorpresa.
Estoy totalmente de acuerdo contigo.
EliminarAdemás, esas preguntas constantes una y otra vez no sólo indican curiosidad o que hay aspectos sin comprender, también significa que es un tema que les interesa y se han dado cuenta de su importancia.