Una mudanza es la perfecta ocasión para deshacernos de todas aquellas cosas que ya no usamos y que guardamos por si acaso, porque es un recuerdo, porque me da pena tirarlo... y que al final acaban haciendo torre en alguna parte de nuestra casa y, seamos realistas, nunca vamos a usar.
Si encima vamos a irnos a una vivienda más pequeña, entonces ya no queda otra.
Pero tampoco es necesario mudarse para hacer una buena limpieza de trastos varios, sólo hay que tener ganas y hacer el esfuerzo de proponérselo.
Me ha resulatdo muy ameno leer un librito que se llama "Mudanza Minimalista" (y que podéis descargar gratis
aquí), de Valentina Thörner. Y sintiéndome inspirada, me puse primero con mis cosas y después pasé a las cosas de B.
Lo primero que decidí que ya no necesitábamos fueron los juguetes de cuando era más pequeño, que llevaban ya montón de tiempo sin ser usados. Me pareció buena la idea de regalarlos a un primo más pequeño, pero pensé que era muy feo llevármelos a escondidas y a ver qué le contaba luego cuando se diese cuenta de que no estaban. Eso nunca, quise ser madre sincera y le pregunté qué le parecía regalarle a A esas piezas de construcción con las que hacía tanto tiempo que él no jugaba... "¿Quéeeeeeee?" Se puso a construir cosas enseguida, pero la emoción le duró sólo esa tarde. Veremos cómo lo hacemos.
Las cosas que guardo de B y que realmente no se usan son esos juguetes que os cuento y el material educativo que también es de edades anteriores, además de libros de actividades y cuadernos acabados que he almacenado sólo de recuerdo. En algún sitio de la página de Valentina he leído la propuesta de hacer fotos de aquellas cosas que guardamos porque son recuerdos y desprendernos de la cosa en sí, me parece muy buena idea ¿y a vosotras?
Bueno, vamos con los consejos.
Hacemos tres montones y clasificamos las cosas en: "lo vendo", "lo regalo" y "lo tiro".
"Lo vendo"
Una vez vi a una niña vendiendo sus juguetes. Montó un tenderete en la puerta de su casa (vigilada desde la ventana por su madre) y vendía cada cosa a 1 euro.
Puede ser una buena idea para que los peques se saquen unas moneditas y que luego pueden gastar en algún juguete nuevo.
Otro tipo de material lo podemos vender por internet en las páginas que hay para ello.
"Lo regalo"
Sólo si los niños están de acuerdo.
Yo puedo recordarle a B cuáles de sus juguetes vienen de sus primos más mayores, así seguro que lo ve de otra forma y no le parece algo malo que esas preciadas posesiones vayan pasando de mano en mano.
También nosotras tenemos que entender que hay cosas que aunque se les hayan quedado pequeñas tienen un valor sentimental grande para ellos, si no son muchas y caben en casa sin demasiado trastorno... ¿por qué no ceder?
Si no tenéis a quien regalarlo, siempre podéis sortearlo en el blog...
"Lo tiro"
¡Uy! Esto quizá es lo que más nos cuesta porque si quisiéramos tirarlo ya lo habríamos hecho...
Vamos a tirar sólo lo que no le sirve a nadie, en nuestro caso serían esos cuadernos y fichas acabadas.
Aquí volvemos a la propuesta de hacer fotos de los recuerdos que queremos guardar y de las cosas físicas nos quedamos con muy poquitas elegidas cuidadosamente (si me pongo a guardar todos sus escritos desde los 5 años hasta que deje de estudiar, ya me puedo preparar un cuarto sólo para eso).
Finalmente, las cosas de B han cabido en una sola caja (grandecita, pero sólo una).
¿Guardáis muchas cosas de vuestros hijos? ¿Qué hacéis con las que ya no usan?
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