Nuestra labor educativa es muy importante porque el cerebro del niño se está desarrollando y carece de herramientas mentales suficientes para dominar sus emociones, siendo muchas veces prisioneros de la inmediatez de su respuesta emocional.
Necesitan nuestra ayuda para desarrollar habilidades de pensamiento para no dejarse atrapar por las emociones, la mayoría de ellas muy intensas.
(Extraído de Enseñar a ver la emoción que hay detrás de una acción, por Leticia Garcés para Edukame. En el enlace podéis ver el artículo original y una actividad que proponen, relacionada con el tema)
Yo he empezado a "trabajar" con B el tema de las emociones.
Me interesa que empiece a poner nombre a las cosas que siente, creo que es el primer paso para aprender a reconocer sus emociones y cómo actuar ante ellas.
La base la he planteado en forma de juego, con las tres emociones que considero más básicas, o al menos más fáciles de identificar para un niño pequeño (más adelante seguiremos con otras más complejas): alegría, tristeza y enfado.
He utilizado foam de colores y he recortado tres cuadros con una frase, utilizando la forma en que hablamos en casa de nuestras emociones: "Estoy contento", "Estoy triste" y "Estoy enfadado".
Por otro lado, he dibujado tres caras muy básicas representando cada una de las emociones.
Se trata de que B identifique cada expresión y la relacione con la emoción correspondiente.
A partir de esta actividad hablamos mucho de lo que sentimos.
Jugamos a poner caras imitando cada expresión, y nos reímos mucho.
También le cuento a B situaciones en las que sentimos cada una de las emociones, y le pido que él también me diga qué pasa cuando se cae y se hace daño, qué pasa cuando no puede hacer lo que quiere, qué pasa cuando papá le trae un regalo...
El siguiente paso, cuando esté preparado, es cómo enfrentarnos a las emociones para reaccionar de la forma adecuada y cómo pasar de una emoción negativa a otra más positiva.
Pero todo esto lo iremos haciendo poco a poco porque son cuestiones bastante complejas.
Una propuesta mucha chula!! Es un tema muy interesante para trabajar con los peques, gracias por compartirlo! Saludos.
ResponderEliminarme ha encantado!! Muchas gracias! A mi me pilla todo esto bastante lejos, pero ya les estoy hacienod unos cubos de tela con las caritas. Ya tengo 4, pero tengo preparadas 9 en total, las voy cosiendo con calma. De momento no tienen ni idea que sean emociones diferentes para ellos son muñequitos ocn caras que les hacen gracia y ya está, pero así me sirven para cuando sean más mayorcitos y poder explicarles estas cosas que cuentas. Un beso!!!
ResponderEliminarMe parece muy buena forma de enseñarles las emociones, me ha encantado la idea. El mio tampoco las comprende aún pero llegado el momento haremos esta actividad. Gracias por compartirla!
ResponderEliminarMe parece una entrada muy interesante.
ResponderEliminarBesos
Gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarPara los mas pequeños basta con que se vayan familiarizando con las expresiones de la cara y podemos decirles como se llama, como cuando le ponemos nombre a un muñeco.
Cintia ¿cuales son las 9 emociones que has elegido?
Me gusta, aunque creo que mi peque aún no comprenderá mucho pero iré haciéndole algunas para ver cómo reacciona o asimila y según que tal seguiré o me esperaré un poco más.
ResponderEliminarPues cuéntanos que actividad se te ocurre con tu niña para esto de las emociones. Seguro que algo original.
ResponderEliminarPues si te digo la verdad voy sobre la marcha, jajaja. Como el resto de cubos los tengo cortados pero me falta ponerles cara, pensé ya se me irá ocurriendo...si no miro los smiles del mesenger o algo, jajaja. De momento he puesto una sonrisa, una triste, uno de sorpresa y otro que se supone que era el neutro pero tiene un poco de cara de malas pulgas...jijiji. Cuando tenga los 9 terminados, si Dios quiere pongo una entrada para enseñaroslos.
ResponderEliminarVale, pues espero tu entrada. Así me das ideas para completar esta actividad mas adelante porque yo había pensado en la sorpresa y el miedo... pero ahí me he quedado.
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