El rincón de pensar es una de las posibles formas de llevar a la práctica el método llamado tiempo fuera, que consiste (resumiendo mucho) en retirar al niño de un lugar o situación cuando se comporta de una forma inapropiada.
El rincón de pensar es el lugar físico en el cual el niño es aislado mientras dura el "tiempo fuera". Tiene que ser un sitio sin estímulos ni entretenimientos, ya que el objetivo es que el niño reflexione sobre lo que ha hecho y cuál sería la forma correcta de comportarse. El adulto decide cuantos minutos permanece el niño en este rincón y durante ese tiempo se le deja solo y no se le presta atención. Cuando el tiempo termina, el adulto va a por el niño y le lleva de nuevo al lugar inicial, excepto si el niño recibe al adulto con lloros o rabietas, en ese caso se le deja más minutos en el rincón de pensar.
Es un método polémico porque tiene muchos partidarios y también mucha gente en contra.
Quienes están a favor dicen que es una alternativa al castigo físico, que es eficaz en el sentido de que se eliminan las conductas no deseadas, que permite a los niños pensar sobre sus emociones y su comportamiento y que los niños aprenden que sus actos tienen unas consecuencias.
Quienes están en contra opinan que es un simple castigo que no proporciona aprendizaje constructivo porque en ese tiempo los niños no reflexionan sobre nada, simplemente se les aisla y los niños deducen que hay que comportarse de una forma para evitar el castigo, pero no porque realmente lo hayan interiorizado. También resaltan la necesidad de un adulto que acompañe al niño y le ofrezca alternativas adecuadas que sustituyan la conducta incorrecta.
Hace unos días leí un artículo (podéis leerlo completo aquí) en el que nos sugieren adaptar el rincón de pensar para usarlo con niños de 2 años.
Estas son las propuestas que nos hacen:
- La alfombra del abrazo. Nos sentamos, nos abrazamos y proponemos una solución. De esta forma demostramos al niño que rechazamos su conducta, pero no a él. Planteamos en voz alta el problema y ofrecemos dos opciones cerradas para resolverlo.
- Las dos sillas de la paz. En estas sillas resolvemos nuestros problemas juntos, respirando despacio y relajándonos. Se respeta si el niño quiere quedarse solo, pero no se le impone.
Yo personalmente creo que estas dos alternativas no son realmente un rincón de pensar, que se concibe tradicionalmente como un espacio de aislamiento y retirada de atención.
Pero ¿qué pensáis? ¿os gusta el método? ¿cuál es vuestra opinión sobre estas dos propuestas para niños de 2 años?