Hace tiempo que tenía pendiente proponeros alguna actividad para los/as más chiquitines de la casa.
Este es un material muy fácil de preparar, muy entretenido y que se puede ir modificando con el tiempo. Se trata de regalales su primer álbum de fotos.
Para ello tenemos que comprar un álbum pequeño, de los que sólo llevan una foto por página, para que sea fácil de manejar.
En este álbum vamos a meter: fotos de la familia, cromos, postales de lugares a los que hemos viajado, los primeros mini-dibujos de los peques, recortes de revistas, trozos de papel de regalo de colores llamativos, fotos de cada niño o niña en diferentes momentos de su vida... y todo lo que se nos ocurra, que sea divertido y/o que invite a la curiosidad.
Recordad que este álbum es propiedad de los niños, así es que no vamos a poner en él algo valioso que temamos que se estropee, ya que buscamos que sea algo que se pueda manipular sin límites (siempre tenemos la opción de poner fotocopias en color de aquellas imágenes que queremos resguardar).
El álbum se puede mirar en solitario o en compañía de papá y mamá. Podemos contar historias de lo que vamos viendo o dejar que los peques cuenten sus propios relatos (los más mayorcitos).
Cuando veamos que ya no provoca tanta atención, podemos empezar a sustituir imágenes o crear uno nuevo y guardar el antiguo para volver a sacarlo más adelante.
¿Lo haréis?
Para ello tenemos que comprar un álbum pequeño, de los que sólo llevan una foto por página, para que sea fácil de manejar.
En este álbum vamos a meter: fotos de la familia, cromos, postales de lugares a los que hemos viajado, los primeros mini-dibujos de los peques, recortes de revistas, trozos de papel de regalo de colores llamativos, fotos de cada niño o niña en diferentes momentos de su vida... y todo lo que se nos ocurra, que sea divertido y/o que invite a la curiosidad.
Recordad que este álbum es propiedad de los niños, así es que no vamos a poner en él algo valioso que temamos que se estropee, ya que buscamos que sea algo que se pueda manipular sin límites (siempre tenemos la opción de poner fotocopias en color de aquellas imágenes que queremos resguardar).
El álbum se puede mirar en solitario o en compañía de papá y mamá. Podemos contar historias de lo que vamos viendo o dejar que los peques cuenten sus propios relatos (los más mayorcitos).
Cuando veamos que ya no provoca tanta atención, podemos empezar a sustituir imágenes o crear uno nuevo y guardar el antiguo para volver a sacarlo más adelante.
¿Lo haréis?