Estoy segura de que la mayoría de los adultos dan más importancia a una buena nota en matemáticas que a una buena nota en plástica (que conste que me encantan las matemáticas y siempre fueron mi asignatura preferida).
Esto me lleva a preguntarme por qué ciertas materias se consideran más importantes que otras, quién decide lo que se estudia en el programa escolar y, más aún, quién decide que determinados contenidos se deben aprender con una metodología en concreto y a qué edad tod@s debemos saber ya "x" cosas.
Si los niños y niñas más pequeños se interesan por toda clase de bichos y animales, por las flores y la hierba, por el sol y la luna... por qué nos empeñamos en que aprendan materias por las que todavía no tienen interés, por qué no proponerles asignaturas como jardinería, por ejemplo.
Creo que las madres/padres/educadores consideramos que hay unos mínimos que todos debemos saber para poder desenvolvernos correctamente en nuestra comunidad.
Pero es que resulta que esas comunidades son muy variadas y que los mínimos a los que me refiero van a ser diferentes para cada familia dependiendo de nuestra forma de pensar, nuestro estilo de vida, nuestras creencias, nuestro país, nuestra ciudad, nuestro pueblo...
¿Entonces por qué todos tenemos que saber lo mismo y en el mismo momento?
En este blog se pueden ver muchas actividades de letras, números, colores, formas... Parecería que estamos todo el tiempo haciendo este tipo de actividades.
Pero no, esta clase de propuestas ocupan un mínimo tiempo diario. La mayor parte del día no hay actividades programadas, ni siquiera sugerencias, y las cosas para hacer van surgiendo solas, así como los momentos de aprendizaje.
Las otras materias a las que B dedica su tiempo no aparecen en el blog por mi decisión inicial de no publicar fotos personales nuestras (respetando mucho, por supuesto, a quienes deciden hacerlo de otra forma).
Estas son las otras asignaturas que B está aprendiendo:
Cocina.
Colabora en todo lo que no presente un peligro para él.
Amasa, condimenta, mezcla, vierte, observa y nos ayuda en lo que le vamos pidiendo.
Limpieza y mantenimiento del hogar.
Guarda la ropa, hace la cama, coloca la ropa sucia en el cubo correspondiente, ayuda a tender la ropa, ayuda a poner y quitar la mesa, muchas veces quiere barrer y limpiar.
No le exigimos que lo haga perfecto y aprendemos a adaptarnos a su aprendizaje, quiero decir que no soy quisquillosa si no hace las cosas según mi forma de hacerlas.
La vida del barrio.
Procuramos que conozca a los vecinos y amigos de la familia, y le damos mucha importancia al trato con las personas mayores.
Conoce los distintos comercios de la zona y para qué acudimos a cada uno de ellos.
Le enseñamos la forma de saludar cuando nos encontramos con conocidos por la calle.
Jardinería.
Nos parece importante que aprenda a cuidar y respetar las plantas (en casa y en la calle). Es un buen medio de aprendizaje y también de respeto hacia la naturaleza.
Ecología.
Relacionado con lo anterior, creemos esencial transmitirle la importancia de cuidar lo que nos rodea, de mantener la limpieza a nuestro alrededor, de no derrochar, de no gastar sin necesidad y de respetar el mar y el campo que tenemos tan cerca de nosotros y de los que tanto disfrutamos.
Animales.
Vivimos en un barrio que tiene muchas zonas despobladas o de descampado, por lo que es frecuente ver muchas clases de animales por aquí.
B se encuentra frecuentemente en sus paseos con perros, gatos, gaviotas, burros, caballos, ovejas, vacas, cabras, gallinas, insectos... a todos los conoce perfectamente desde que era muy pequeño.
Oficios.
Nos gusta que vea cómo trabaja la gente, por eso su padre le lleva a menudo a ver los talleres y lugares de trabajo. Conoce las tareas de los pintores, albañiles, carpinteros, cerrajeros, panaderos, jardineros, vendedores de fruta, la señora de la farmacia, los tenderos, los pescadores del puerto...
Y también aprende los valores y tradiciones importantes en nuestra familia.